Hace 6.000 años comienza a conformarse el delta del río Guadalfeo debido a que el nivel del mar varía y a la actividad del ser humano, esto hace que el río aporte en su desembocadura materiales que arrastra y se sedimentan, ganando terreno al mar.

En épocas pasadas anteriores al siglo XV (1400-1499), época en la que se inicia su desecación, llegó a constituir una llanura inundable que el Marqués de la Ensenada cita que en el siglo XVIII tenía alrededor de 1000 Ha, qudando hoy apenas unas 20 Ha.

Es desde hace 500 años (1500) que el proceso de sedimentación es mayor debido a la desforestación (tala masiva de arbolado) para la construcción naval y la necesidad de leña para la industria de la Caña de Azúcar y de la industria minera. Al existir menos cantidad de arbolado, la tierra está suelta y es arrastrada por el río. Este aumento hace que en el sedimento queden atrapados matería orgánica y aguas marinas.

Es pues que a partir del s. XV y debido a la necesidad de explotaciones agrícolas que compensen la mala calidad de los suelos de otros lugares, se comienzan a desecar los humedales del Guadalfeo.

Desde 1900 y hasta 1965 se produce una fuerte desecación que originó una disminución de los humedales del Guadalfeo quedando sólo algunos paralelos a la línea de costa, como es el caso de la Charca de Suárez.

Por último en las últimas décadas (1980 a 2000) desparecen casi definitivamente debido a la construcción de urbanizaciones yla la necesidad de agua por parte de los agricultores que hicieron encauzar el río Guadalfeo.

El cauce del río ha ido variando su punto de desembocadura de forma natural hasta su más reciente encauzamiento definitivo.

La Charca de Suárez parece forma parte de una antigua zona de cauce de desembocadura del río Guadalfeo.